martes, 2 de junio de 2020

Inmolación



Inmolación 


Llegué al borde y miré. 
Me invadió el desconcierto. 
Traté de alejar mi vista del infinito abismo.
 Sentí un ligero temblor en mis manos 
y se me aflojaron las piernas.
 Respiré profundo y salté. 
Los primeros metros me acompañó el pánico.
 Pero a medida que realizaba el descenso 
comencé a paladear el sabor de mi osadía.
 Y continúe cayendo, inmersa en la pasión,
 fugitiva de la realidad 
y obtuve por fin el privilegio de los dotados. 
De mi mente temerosa, que se sumergía 
en el abismo insondable del papel en blanco, nació una idea vaga. 
Y fue el principio... 
Y en el principio todo era oscuro.
 Y de pronto se hizo la luz
 y sobre el papel desierto floreció la palabra. 
Ya no hubo pánico, ni soledad, ni abismo.
 Los hijos de mi mente navegaron los mares de mis pasiones 
y hablaron con mis labios. 
Y mi vuelo rasante les imprimió la vida
. Y ya no tuve miedo, me crecieron alas: 
alas de ficción, alas en el alma.


Lourdes Massimino 1998
"Acuarelas de Pasion"

Página de Presentación

antaram
     
            Una flor silvestre que, a pesar de crecer en las alturas de las montañas, no se marchita. antaram es fortaleza, es decisión, es un sueño, mi sueño...
            de antaram.  La letra a es la puerta que nos abre el camino a la escritura. 
            La primera que nos enseñan, la que en nuestros primeros trazos es un círculo con una pequeña cola que nos muestra de a poco un nuevo universo.
            Una a que nos invita a conocer las demás letras, que se hace amiga de la m en mamá y se acerca a la en papá. Y asi de a poco nos va presentando a las demás letras. Sus amigas las vocales, en principio, y todos y cada uno de sus parientes. Algunos con extraños sombreros como la ñ. Otros con enigmáticas formas de grafía como la y la x. Algunas más soñadoras como la m y la z. Y tantas otras que al reunirse nos conceden la maravilla de la expresión: las palabras.
            Palabras que nacen huérfanas pero que van hermanandose hasta reunir el saber de toda la humanidad.
            Una que va creciendo con nosotros y que se va transformando con el paso del tiempo.
            Una que nos identifica. Que muta desde la caligrafía redondita de la de nuestra maestra de primer grado hasta que se reviste de formas personales, a veces ininteligibles, otras imaginativas, otras tantas alucinantes.
            Una que va cambiando formas y proporciones como nuestros cuerpos adolescentes. En edad de rebeldías se tiñe de colores, deviene jeroglífico o sencillamente se desdibuja al tomar apuntes. Asume así distintas personalidades que acompañan nuestros estados de ánimo.

             La es como el amanecer de las letras, como el aroma del papel de un libro recién impreso.
Es cautivante como la vida, inexplicable y misteriosa. Es el anuncio de una buena noticia, es el parte del ¡ah! del suspiro y y del ¡ay! del dolor. Es la vida que comienza en un alumbramiento. Es el signo en una amistad. Nos regala la emoción en el primer amor.
              Para un escritor, la a tiene los colores de la aurora de la creatividad.
              La misma de actitud, la de aliciente, la de amparo, la de altruismo.
              La de  ángel que se puso una aureola para ser guía. La de alma para acompañar y ayudar.
              La a: la letra más atrevida la letra que se enruló para estar dos veces en los teclado de las computadoras y se volvió  @. Un arroba, que comparte protagonismo con la letra y se vuelve puente entre las personas para integrase a las direcciones de los correos electrónicos.
              La misma que hoy me anima y me lanza a la aventura del amanecer de este blog.

       
      

1 comentario:

  1. Albricias!!
    Alabada así alcanza altura!
    a - arcana alma, antigua armadura
    alberga adagios, adhiere algunos
    a - alegra amoríos augura aventuras
    au revoir!